Llegué a Cinderella Closet porque mi mamá ha construido con sudor y lágrimas el algoritmo de nuestro Netflix, 😆 y sí, finalmente se convirtió en una de mis miniseries románticas favoritas de este año (seguida por Cherry Magic de la que ya hablaré en otra ocasión).
Bueno, todo empezó un sábado por la mañana: tomé el celu y me aparece como recomendación el título y como vi que los capítulos duraban 20 minutos y apenas llevaban tres al aire, me dije: "a ver, démosle una oportunidad en lo que voy preparando el desayuno".
Y bueno, terminé así:
El armario de Cenicienta
La trama gira en torno a Haruka, que es una joven de 19 años que se mudó a Tokio para sus estudios universitarios (aquí todos los provincianos identificados al mil: YOP). Ella soñaba con tener una vida muy a lo Tiktok: pasar tiempo con sus nuevos compañeros, pasearse por las tiendas de moda y crear recuerditos, pero se da con la estrepitosa realidad de que la chamba que le permite mantenerse estable económicamente absorbe su tiempo, los deberes académicos la tienen agotada y toda esa fantasía "aesthetic" se quedó en una lista que había hecho y que no llegó a completar hasta el momento.
Uno de los puntos de su wishlist que se quedó en "proyecto" fue también el de ser "más femenina".
Es pura sonrisitas esta prota 💫
Este rasgo de su personalidad hace que se sienta insegura y por ende otras dimensiones de su vida parecen no hacerla del todo feliz: en su trabajo actual hay un chico que le gusta mucho, Kurotaki, pero que parece no verla más que como una buena compañera.
La historia empieza cuando Haruka conoce a una chica (Hikaru) que la deslumbra por su perfecto maquillaje y peinado, y a la que le pide ayuda para verse igual de bonita, porque Kurotaki parece por fin notarla y siente que es momento de ponerle empeño a cómo se siente físicamente.
Hasta acá, yo decía:
"Okkk, ella va a ser como su hada madrina"
Empiezo a sentirme realmente cómoda con la historia en el momento en que Hikaru, con evidente molestia, le pregunta a Haruka si su deseo de maquillarse nace porque alguien la ha criticado por su apariencia. Ella responde con firmeza que lo hace por iniciativa propia, y entonces Hikaru sonríe contenta: comprende que no se trata de una imposición, sino de una elección.
A partir de ahí, Hikaru acompaña a Haruka en el proceso de sentirse más segura con su imagen. Como estudiante de cosmetología, le ofrece las herramientas y la confianza necesarias para intentar acercarse a Kurotaki. Hasta ese punto, todo parecía apuntar hacia la típica trama de la amiga que cumple el rol de “hada madrina”, lista para transformar a la protagonista en princesa. Sin embargo, el primer capítulo acaba con una revelación después de una noche de copas, que cambia absolutamente todo:
Hikaru no es, en realidad, una chica 😱
A medida que va avanzando la historia, ambos protagonistas desarrollan sentimientos que inician como una bonita amistad y finalmente, después de conflictos que para mi gran satisfacción se arreglan con diálogo y sin muchos dramas, terminan como pareja. 💞
Y sí, creo que uno de los principales motivos por el que la miniserie me gustó tanto, es por el tratamiento tan respetuoso y repleto de ternura que la mayoría de personajes tienen con respecto a los conceptos de expresión de género y orientación sexual.
La pansexualidad y el género fluido en Cinderella Closet
Antes, un par de definiciones:
- "La categoría de la pansexualidad caracteriza a las personas que sienten atracción por otras de distintos sexos biológicos
y distintas identidades y expresiones de género, lo que significa que un pansexual se puede
sentir atraído por una persona biológicamente macho, hembra o intersexual y desde el punto
de vista del género, hombre, mujer o transgénero" (Ballester-Arnal, 2020, p.8).
- "Las identidades fluidas se definen por su aspecto intercambiable y múltiple. Se expresan fluctuando entre lo
masculino y lo femenino. También pueden ser una mezcla dinámica entre ambas categorías con diversas
intensidades y variaciones cromáticas, o mostrarse como masculino o como femenino en diferentes momentos y
etapas de una vida. Sin embargo, pueden comprender otros géneros no-binarios, o más de un género a la vez,
incluso no identificarse claramente con ninguno y definirse como neutrales" (Fernández, 2021, p.89).
La serie me pareció bastante innovadora, porque claramente tenía lo típico de una comedia romántica, pero con acercamientos muy pronunciados a la
teoría queer y la pansexualidad, Y NO HAY DRAMAS INNECESARIOS (valoro mucho que no le den vueltas a un mismo asunto que se puede solucionar, perfectamente, solo conversando). Como los capítulos salían re lentos, decidí leerme el
manga (lo agradezco, porque también me sirvió de práctica de inglés porque no está en español por ningún lado 💁), y me encontré con una historia muy tierna. Creada por
Wakana Yanai (2019), tiene un desarrollo más complejo que en el live action, pero el punto central se mantiene.
En Cinderella Closet, se tocan términos que a veces son complicados de explicar a nivel de definiciones, pero que con las relaciones interpersonales son más fáciles de visualizar. Hikaru es un personaje que podemos identificar como de
género fluido, y por eso disfruta mucho vestirse como se le da la gana: como chico, como chica, sin la necesidad de encasillarse en una identidad fija. Haruka, en un inicio sorprendida, no tiene problemas con eso y adora la bonita relación que construyen como amigos, porque es una persona repleta de convicciones que ella admira.
Kurotaki, en su momento, también descubre esto y si bien en la imaginación de Hikaru se nos presenta una escena en la que él desprecia la relación que podría tener con Haruka (quien en una parte de la historia ya se convierte en su novia), en realidad lo toma sin ningún tipo de prejuicio, porque es amigue de su novia y la hace feliz. 💖
El contraste aparece al enfrentarnos con posturas mucho menos respetuosas, como la del padre de Hikaru, que rechaza tajantemente su forma de ser y lo niega como hijo. Hikaru, resignado, menciona que “ya está acostumbrado” a ese tipo de rechazo. Pero Haruka no soporta la injusticia: furiosa y al borde del llanto, exige a su padre una disculpa, recordándole que nadie merece ser humillado por elegir lo que ama, mientras no le haga daño a nadie.
Aquí Haruka casi le pega al papá, y el otro que se enamora más 😭
A medida que la trama avanza, Hikaru es el primero en reconocer que se siente atraído por Haruka. Sin embargo, esta certeza lo enfrenta a varias luchas internas: teme que ella lo perciba únicamente como una “amiga”, pues suele mostrarse más abierta y confiada con él que incluso con Kurotaki, su propio novio. Esa paradoja —tener más soltura con quien cree que es una chica que con la pareja oficial— conecta directamente con la idiosincrasia japonesa tradicional y el concepto de amistad que parecen manejar. En ese cruce de emociones, Cinderella Closet comienza a cuestionar de manera explícita los roles de género del mito romántico.
Por otro lado, está Haruka, quien a lo largo de la serie se percibe como un personaje completamente heterosexual. Sin embargo, cuando empieza a desarrollar sentimientos por Hikaru, deja claro que lo que ama es a la persona que es, más allá de cómo elija expresarse en términos de género. Esto queda subrayado, por ejemplo, cuando su madre llega de visita y comenta con naturalidad que ya sabía que el novio de su hija “se veía increíble de chica”. 💅
Incluso antes de que formalicen, Hikaru la invita a una cita e intenta, a toda costa, mostrarse más masculino para gustarle. Pero lo que Haruka ya había descubierto era otra cosa: que más allá de verlo “como chica o como chico”, se había enamorado de alguien que la hacía sentir bien, y con quien quería compartir su tiempo.
Lo que me reí con esta capítulo: JAJAJAJA.
El pobre que la invita, TEXTUALMENTE, a una CITA,
y la otra en plan "¿esto será una cita?" 😆
Asimismo, las interacciones entre los personajes parecen diluir constantemente las fronteras entre orientación sexual y expresión de género. Haruka, por ejemplo, llega a sentirse amenazada por Shu, el compañero de clase de Hikaru que muestra claros indicios de estar enamorado de él. Algo similar ocurre con Mio, la ex de Kurotaki, quien al ver a Hikaru vestido de chica percibe en él un posible interés romántico, y lo confirma cuando descubre que en realidad es un chico.
Incluso Kurotaki refleja esta apertura: nunca hace referencia a los roles tradicionales de género, ni siquiera cuando Hikaru le confiesa que está enamorado de Haruka mientras aún eran pareja.
Bueno, ya para cerrar: Cinderella Closet es una miniserie sencillita de ver, y tiene matices que me gustaron mucho por la naturalidad con la que tocaron ciertos temas. Y claro, porque me gusta mucho más esta idea de personas andando por el mundo y enamorándose, que encasillándolas en el espectro binario de género.
Lo único que me haría disfrutarla más, sería entenderla en su
idioma original, porque las traducciones a veces le restan profundidad al guion para que sea fácil de leer. Cosa que a veces no pasa con el manga, porque se mantiene más fiel al texto. Creo que es la motivación que necesitaba para retomar el japonés. 😌
Si la ven, no olviden que los dramas
japoneses tienen otros códigos culturales y audiovisuales. Con eso, pueden disfrutarla al máximo.
Yo así todos los capítulos XD
Bibliografía:
Ballester-Arnal, R. (2020). Diversidad sexual: la triste historia de una feliz
realidad. Universidad Jaume I de Castelló. España, 120, 2-19.
Fernández, I. (2021). La fluidez del género: identidades, cuerpos-vestidos y deseos. [Tesis Doctoral Universidad Complutense de Madrid].

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