Hace poco reestrenaron Crepúsculo en el cine: la función fue la REAL experiencia millenial. Y mientras renegaba, me daba vergüenza ajena y me carcajeaba (todo al mismo tiempo), también iba planeando esta entrada. 😆

Crepúsculo apareció en mi vida a la tierna edad de 17 años y fue todo un sacudón emocional, porque así como empecé a leer Harry Potter a los 11 años, compartía edad con la protagonista, y pues en la adolescencia, tenemos una idea media distorsionada del amor (cringe total xddd).

Justo con el miniclub de lectura que fundamos con unas amigas muy cercanas, ya habíamos tocado el tema debido a la última ola crepusculera que estaba desatándose, y después de ver la primera y la segunda película y leer en voz alta algunas partes del primer libro, es que reviví varios pasajes que parecían olvidados y heme aquí, con algunas de esas reflexiones weberas. 

Yo pagando para verla en el cine 

y hablando de cuánto la odio 😆

Opinión | ¿Por qué amo y odio Twilight?

Con Crepúsculo tengo muchos conflictos internos, que creo importante mencionar en este blog, y para hacer más estructurada esta entrada, dividiré mi lista de love-hate en 5 puntos respectivamente. Así que sin más vueltas, empecemos:

💜Amo | La innovación en la narrativa soft-vampírica

Recuerdo que cuando se dio todo el hype alrededor de los libros y las películas, se discutía mucho el cómo Meyer había convertido la figura del vampiro en un adolescente cursi, y sí, es cierto, pero también fue una de las sagas con una narrativa bien construida alrededor de lo que ella buscaba transmitir: en su universo, los vampiros brillan; algunos predican y practican una especie de humanidad basada en la abstinencia de sangre humana (a la que, de forma muy curiosa, llaman “vegetarianismo”). Además, la sociedad vampírica tiene su propio orden político y jerárquico, sustentado por un grupo autoritario y conservador que decide lo que está bien y lo que no: los Vulturi.

Carlisle, antes de convertirse en la figura moral más sólida del clan Cullen, formó parte de los Vulturi. Sin embargo, decidió romper con esa visión rígida para construir una comunidad con una postura más progresista y empática. Su clan es, básicamente, un experimento social sobre cómo convivir sin reproducir los mismos patrones conservadores.

Y esa tensión — entre lo tradicional y lo reformador —  alcanza su punto más alto en la última película, donde esta lucha ideológica se vuelve literal: una batalla que no solo enfrenta bandos, sino formas de entender lo que significa ser un monstruo o intentar no serlo.

Con los años, una se vuelve team Carlisle:

es un personaje que defiende sus convicciones y está PRESENTE para su familia. 

💀 ODIO | La idea desaprovechada

A ver, la historia de que una criatura sobrenatural quiera sentir o caiga en sentires humanos, se ha explorado en la literatura por décadas. Yo misma no pude evitar crear la mía, y si les interesaaaa...

Espacio publicitario: ya que hablamos de historias bonitas, no olviden
que pueden leer la mía aquí, completamente GRATIS 💗

La idea del romance vampírico era buena, pero el romanticismo desbordado que Meyer quiso imprimirle hizo que otros conflictos existenciales propios de la naturaleza de sus personajes quedaran diluidos. Edward se siente un monstruo, sí, pero ¿cómo se refleja eso más allá del autodesprecio casi “adolescente” que expresa? Su tormento se queda muchas veces en lo discursivo: dice que es peligroso, que tiene miedo de perder el control, pero rara vez vemos acciones o consecuencias que sostengan ese conflicto interno.

De hecho, me atrevería a decir que The Vampire Diaries tomó precisamente lo que no terminó de funcionar en Crepúsculo para construir mejor su propio lore. Allí también tenemos al vampiro atormentado con apariencia juvenil — Stefan —, pero su conflicto existencial tiene un peso real, porque sí carga con un pasado como asesino serial. Su “monstruosidad” no es solo un miedo, es algo que ya fue, que puede volver a ser, y que se manifiesta cuando pierde su humanidad. 

Lo mismo sucede con Bella. Ella insiste en que “no encaja”, pero sus conflictos corresponden a experiencias muy comunes a esa edad: incomodidad con lo social, preferencia por la lectura, una familia rota. Su sensación de no pertenecer responde más al arquetipo del adolescente incomprendido que a una construcción profunda de personaje. Por eso, cuando la comparamos con otras protagonistas de literatura juvenil — como Katniss Everdeen o Hermione Granger — la diferencia es evidente. Katniss tiene un trauma ligado a la supervivencia; Hermione sufre por el choque entre su origen y la estructura social del mundo mágico. Ambas poseen un eje identitario claro. Bella, en cambio, queda flotando entre la ensoñación romántica y la negación interna de sí misma, sin terminar de definirse.

💜 AMO | La música que acompañó las adaptaciones cinematográficas

Después de haber leído todos los libros, hay una parte que no puedo olvidar, y es en la que Meyer menciona que escribió todo con música de rock-pop comercial, y no sé si fue decisión de dirección o ella metió mano, pero toda la saga audiovisual tiene unas colaboraciones muy interesantes, como Decode y Supermassive Black Hole, de Paramore y Muse respectivamente, Flightless Bird, American Mouth, de Iron & Wine, Possibility (Likke Li), Full Moon (The Black Ghosts). 

Sumado a eso, tuvieron a Alexandre Desplant para la composición original de Luna Nueva, el mismo que ha compuesto para La Chica Danesa (no saben cómo amo los temas originales de esta película), para Harry Potter y ahora para Frankenstein. O sea a nivel musical, el equipo aspiró alto y sí, han dejado unos temazos para la posteridad.

💀 ODIO | La química nula en la pareja de la adaptación cinematográfica

A ver, que Robert y Kristen son actorazos, sí, pero ninguna de las películas de la saga es su mejor trabajo. Se nota demasiado la incomodidad que les generan sus personajes, y eso impide que la relación fluya: recuerdo que llevé un taller de teatro hace un par de años, y la primera regla del actor era "no juzgar a tu personaje", porque la idea es conocerlo, profundizarlo y a partir de ahí construirlo: si lo juzgas, inconscientemente pones una barrera que te impide interpretarlo, y me parece que eso bloqueó la personificación.

JAJAJA, QUÉ CHUCHA ES ESTOO!

Lo peor es que los dos salían en esa época, JAJAJAJA, tmrrr! No pudieron con la vergüenza y les valió la interpretación.

💜 AMO | Los diálogos como fenómeno cultural

O sea, hay películas que tienen líneas que ya forman parte del acervo lingüístico mundial hispanohablante, como "Oh, qué hermosa piedra: un detalle soberbio", o "Vilma, ya llegué", y Crepúsculo no se ha quedado atrás: el día de la función, parte de lo que la hizo memorable FUE QUE TODOS DECÍAN EN VOZ ALTA LOS DIÁLOGOS, JAJAJAJA!!  "La push, nena, la push" (mi favorita 😆), "El león se enamoró de la oveja", "¿Qué tal si no soy el héroe, qué tal si soy el villano?"

"Esta es la piel de un asesino"

*procede a brillar* 👻

Crepúsculo tiene dosis elevadas de cursilería (sí, el romance empalagoso), y creo que resulta hasta cierto punto disfrutable si vemos la propuesta con esta idea de no tomarse tan en serio la historia, porque no lo es. 

💀 ODIO | La historia no se puede categorizar

Ningún libro tiene por qué ser un manual de comportamiento, eso lo tengo clarísimo; pero el conflicto que tengo con Twilight es que nunca toma una postura: ¿quiere ser un romance de cuento de hadas o quiere ser un romance tóxico?

Crepúsculo se me queda en ese limbo de querer ser un romance juvenil soft, pero que por momentos quiere acercarse a lo gótico, con toques tóxicos muy romantizados casi a fuerza, y nunca termina de cuajar. Es como lo que siento por un estofado de pollo: el sabor es TIBIO, guácala!! (sorry si hay fans del estofado, por aquí 💁).

💜AMO | La variedad de interpretaciones

Ahora que volvimos a tocar el tema en el miniclub de lectura, surgió algo que me pareció bien interesante: cómo el paso del tiempo transforma nuestra percepción de una historia. A los 17, Crepúsculo podía sentirse como un romance intenso y emocionante; pero a los 34, la misma historia abre espacio para preguntas y cuestionamientos sobre ciertas dinámicas que, como mujeres, hemos llegado a normalizar bajo el mito del amor romántico.

No se trata de exigirle a la historia que funcione como una fábula con moraleja, pero sí es valioso observar cómo ha ido mutando el arquetipo de la chica que “no encaja”. Hubo una época en la que simplemente pensaba: qué pesado el personaje de Bella. Pero al revisitarla, noto que, más allá de lo especial que se creía, Bella actuaba como muchas adolescentes que aún están intentando encontrar un lugar en el mundo. Y desde ahí se abre toda una conversación sobre lo que la industria ha vendido durante años como modelo de “amor verdadero”, y si personajes como Edward en verdad son tan encantadores como el romance juvenil ha querido enfatizar, o tal vez disfrazan otras cosas.

💀 ODIO | Los protagonistas son planísimos

Si bien arriba mencioné que la química entre Kristen y Robert Pattinson no se sentía en pantalla, la verdad es que en la historia original Edward y Bella tampoco llegan a ser eso que Meyer insiste en vendernos: la figura de la pareja “clásica”. Ellos hablan constantemente de amor literario, citan Orgullo y Prejuicio, Cumbres Borrascosas, y otros romances intensos, pero sus motivaciones son tan planas que cuesta comprender qué los une realmente. 

Si por lo menos hubieran añadido algún factor relacionado a la eternidad, se podría haber construido mejor la historia de amor: o sea, Edward menciona que se enamora de ella por su aroma, y Bella que nunca encajó como humana, pero nuevamente repito: ¿CÓMO NOS EXPLICAN ESO? 

¡MEYER, EXPLÍCANOS ESO EN VEZ DE REPETIR

 LO HERMOSO QUE ES EDWARD, MALDITA SEAA!

Ahora que volví a ver la película, estoy convencida de que la historia hubiera tenido un peso emocional mucho más interesante si Carlisle hubiese sido el foco central. Carlisle es, literalmente, una criatura que aprendió no solo a no depender de la sangre, sino a trabajar con ella. Es médico, y ahí ya hay un conflicto interno complejo: su naturaleza lo impulsa hacia la violencia, pero su oficio hacia la preservación de la vida. Esa contradicción entre esencia y elección construye un protagonista que se cuestiona, evoluciona y se sostiene por sí mismo. Si lo miramos desde ese ángulo, Edward se queda corto. Edward es, en comparación, un personaje atrapado en un eterno monólogo interior sobre lo monstruoso que se siente, pero sin llegar nunca a una verdadera transformación.

Con Bella pasa algo parecido. Una vez que se convierte en vampira, descubrimos que posee el don de crear “barreras” protectoras. Pero ese “don especial” deja de ser especial si todos los Cullen y medio mundo vampírico tienen habilidades particulares. No añade una capa nueva a la narrativa, solo decora algo que ya estaba.

Alice, en cambio, habría sido una protagonista perfecta para sostener un conflicto existencial más sólido. Su historia previa es un misterio; su visión del futuro plantea dilemas constantes y su personalidad es luminosa, pero también hay sombras.

💜 AMO | La propuesta visual

Crepúsculo tiene una narrativa básica, pero no se puede negar que en algunas ocasiones dirección y cámara se permitieron construir escenas memorables. Aquí les dejo un par que han envejecido muy bien:

La secuencia en la que aparecen estos tres es muy buena.

La tonalidad fría de la primera fue la mejor elección estética, 

qué pena que se la volaron para las siguientes

El CGI para los lobitos fue increíble y hasta hoy

se ven muy reales.

💀 ODIO | Lo cursi de la historia

Crepúsculo desborda cringe y cursilería, eso es algo que todos sabemos. 😆 

"De tres cosas estaba absolutamente segura. Primera, Edward era un vampiro. La segunda, había una parte de él y no sabía si era la parte dominante, sedienta por mi sangre. Y la tercera estaba incondicionalmente e irrevocablemente enamorada de él."

Yo así en el cine, recordando que a los 17 

me compré el libro por esa frase, JAJAJAA, NOOO!

Bueno, cerremos esto porque ya hice la catarsis que necesitaba. 💀

¿Ustedes qué opinan? Los leooo.

¿UNA CERVEZA?🍺

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